Cancilleres de la Unión Europea evalúan misión militar en el Mar Rojo contra los hutíes en Yemen, sumándose a las acciones de EE.UU. y Reino Unido.

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Ya hay consenso entre los 27 Estados miembros para establecer una misión militar en el mar Rojo que repela los ataques de los hutíes a los navíos que transitan esas aguas.

Sin embargo, llega la parte más complicada: la de cerrar los detalles técnicos sobre su capacidad, alcance, calendario o mandato. Por lo pronto, España mantiene que no participará, aunque el país ya se abre a enviar oficiales de enlace.

Fuentes de la delegación italiana informan que hay consenso, pero que los aspectos técnicos de la misión no van a estar listos y que puede que la confirmación de la misión no llegue hasta el próximo Consejo de Exteriores sobre el 19 de febrero.

Son tres los países que están actuando como protagonistas en la organización de la misión: Alemania, Italia y Francia.

En Berlín, la coalición gobernante se solidarizó inmediatamente con el lanzamiento de una misión europea.

En la misma línea también está Francia, que entre otras cosas fue impulsora de la coalición de voluntarios que, a través de la misión Emasoh Agenor, patrulla desde el 2020 el Estrecho de Ormuz, que separa la Península Arábiga de Irán.

La conexión entre la futura misión en el Mar Rojo -que se llamará Aspis- y la operación Agenor es uno de los puntos clave para determinar el perímetro ampliado de la misión naval de defensa contra los hutíes, que podría incluir así la vigilancia de un gran tramo de mar que va desde el Mar Rojo, pasa por el Golfo de Adén, y llega justo al Estrecho de Ormuz.

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